En el mundo del emprendimiento existe una cualidad o capacidad que es fundamental para que cualquier emprendedor tenga éxito en su empresa: la perseverancia. La palabra perseverar viene del griego PROSKARTERE, literalmente significa ser intensivamente fuerte, soportar, permanecer de pie bajo cualquier circunstancia de dolor.
El Éxito de Thomas Edison es un ejemplo de valoración personal y constancia.
Los maestros del joven Thomas Edison con problemas auditivos lo llamaban «estúpido» e «incapaz de aprender». De niño, incendió accidentalmente el establo familiar. De joven, fue despedido de su primer empleo en una compañía ferroviaria cuando sus desatenciones provocaron el descarrilamiento de un tren. Incluso después de comenzar su carrera como inventor, su trabajo no le daba ningún reconocimiento. La comisión del Parlamento Británico de 1878 describió los inventos de Edison como «indignos de la atención de un hombre práctico o científico». Años más tarde, cuando se le consultó sobre los rodeos y obstáculos que había tenido que enfrentar durante su camino al éxito, el famoso inventor dijo: «No fracasé ni una vez, fue un proceso de 2000 pasos».
Es cierto que para que una persona alcance el nivel óptimo de perseverancia en su vida, tanto personal como de emprendedor, debe amar, debe estar enamorado de sus ideas o proyectos, para así nunca darse por vencido si se presentan complicaciones.